NUNCA VOLVERÉ CUANDO ME HAYA IDO

La pequeña Séfora vive en el seno de una familia rica con muchos prejuicios sociales. ¿Será demasiado niña para descubrir la mentira de la vida? Religión, amor, intereses, guerras, sexo, desfalcos, odios, infidelidades… Todo es posible cuando, de pronto, una Nochebuena aparece, por la puerta de servicio, su abuelo Moisés, un viejo desaliñado del que nunca le habían hablado sus padres. A partir de ahí, la armonía familiar se descompone y Séfora inicia su propia búsqueda a través de una clave bíblica que le ha dejado su abuelo y que, posiblemente, sea equivocada.
La novela tiene una elevada crítica política, económica, social, cultural y religiosa con situaciones actuales españolas a través de personajes de ficción que habitan un país llamado Madián.
“Ahí estaba ella, en una ruta en la que era necesario despojarse de ataduras, convencionalismos y pasados, donde no había billetes de ida y vuelta en ese viaje sin retorno”